sábado, 1 de mayo de 2010

Primero de Mayo: arriba los trabajadores que luchan


Este primero de Mayo nos encuentra desarrollando nuestra fuerza y reafirmando nuestras convicciones para enfrentar el abuso patronal y perseverar en el camino de la unidad y lucha de todos los trabajadores y trabajadoras.

Nuestro sindicato nace en el sector del montaje industrial (obras para la instalación de los grandes complejos mineros, termo e hidroeléctricos, etc.) en proyectos en los cuales las mandantes son las grandes empresas nacionales y multinacionales. En los últimos años nuestro campo de acción como sindicato interempresas se ha expandido al sector servicios. La precarización que implica la flexibilidad laboral y la ya masificada condición subcontratada de la masa trabajadora también está presente en este sector.

La subcontratación y flexibilización, además de precarizar el empleo y pauperizar las condiciones de vida de los trabajadores, implica desafíos inéditos para la construcción y acción sindical. La alta rotación de la mano de obra, la temporalidad de los trabajos, la invisibilización del patrón tras decenas de razones sociales distintas, conspiran contra lo que tradicionalmente se entendía que era la acción sindical. Esta forma predominante que adquiere el trabajo en el modelo económico actual, dificulta la generación de identidades y solidaridades entre los obreros de la manera que se producía en las empresas tradicionales donde el trabajador podía pasar toda una vida.

A este factor debemos sumar la existencia de una legislación laboral adversa a los intereses de los trabajadores; la práctica extendida de la persecución sindical (las listas negras por ejemplo) y la amenaza permanente del despido.

Pero también conspiran contra la acción sindical clasista el desprestigio general ante los ojos de los trabajadores que sufre el sindicalismo por las malas prácticas de organizaciones de escritorio, muchas veces vendidas a las gerencias o que se dedican solo al asistencialismo en vez de defender los derechos de sus asociados.

Nuestra experiencia nos ha enseñado que se pueden vencer tanto esas condiciones estructurales, de las formas que adquiere el trabajo hoy, como aquellos factores subjetivos. Es decir, se puede vencer la apatía, la desconfianza, el temor que sienten muchos trabajadores a organizarse y pelear por sus derechos.

Nuestras luchas han ido en la dirección de descubrir e inventar caminos en este nuevo contexto laboral, para dar peleas que sirvan a los trabajadores en la demanda concreta y que poco a poco comiencen a estabilizar una fuerza sindical que no se limite a peleas por las chauchas más sino que también se proyecte como opción de transformación y cambio social.

¡Vivan los trabajadores y trabajadoras que luchan!


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